martes, 14 de agosto de 2012

DE LA ANTIGUA ESCLAVITUD A LA MODERNA “TRATA DE PERSONAS”, CASI NADA HA CAMBIADO

Estimados: Con Marisol Martínez, ambos vecinos de Las Grutas y San Antonio Oeste, Provincia de Río Negro, estamos elaborando el Trabajo Final de la capacitación en forma conjunta y abordamos el tema de La Trata de Personas. 

A continuación un extracto del mismo que ponemos a vtra. consideración para que nos hagan llegar sus comentarios y aportes. 


El principal problema de la trata de personas, es que mas allá de su vigencia y la abundante y cotidiana información que sobre el particular se publica en todos los medios y modos de comunicación, no ha logrado romper la “INVISIBILIDAD” que el tema tiene para el grueso de la población, no solo en nuestro país sino en todo el planeta. 

La Trata de Personas, logró un alto nivel de exposición mediática a nivel nacional con el tristemente célebre caso “Marita Verón” que puso al descubierto un siniestro universo de encubrimientos, connivencia y facilitación de Jueces, Policías, Políticos, Proxenetas de todo el país y ha generado la creencia generalizada que el tema solamente está aplicado a la prostitución. 

Si bien la Trata de Personas tiene en la explotación sexual de sus víctimas uno de sus más importantes rubros, tristemente no es el más importante ni mucho menos. En la “argentina productiva” hay un sinnúmero de actividades económicas “legales”, que me atrevo a afirmar, se sustentan en la explotación más aberrante que se pueda imaginar de personas a las que se les privó de su libertad. 

Cómo Rionegrinos, nos sentimos orgullosos de nuestras Peras y Manzanas, principales recursos económicos que tristemente se fundan en la más abyecta explotación de seres humanos. Es tal la “Invisibilidad” de la explotación de personas que tal actividad tiene que hasta está colectivamente aceptado y “hasta políticamente correcto” el término “Peón Golondrina” eufemismo que encubre la más feroz explotación de legiones de Tucumanos y Santiagueños. Estos trabajadores son traídos cada zafra desde sus norteñas provincias a trabajar en las “tareas culturales” de la producción frutícola y son tratados de una manera que nada tendría para envidiarles “Kunta Kinte” de la novela “Raíces”. 

Los obligan a vivir en condiciones infrahumanas en lugares que ni siquiera servirían para “chiqueros” y les descuentan de sus magros jornales hasta el agua de la acequia que usan para beber. 

Todo esto por supuesto a vista y paciencia de Comisarios, Magistrados, Secretarías (Provinciales y Municipales de Trabajo) AFIP, ANSSES, etc. etc. 

Cada verano podemos ver un par de titulares en los diarios regionales que dan cuenta de algún operativo “por donde pasa el obispo” en los que encontraron a 20, 40 o más infelices explotados infamemente, pero más allá de esos titulares nunca se publica que pasa con los responsables de esos vejámenes, que según pude averiguar, con mucha suerte se les impone una multa y nada más. 

Hay otros rubros en nuestra misma provincia que se sostienen económicamente en base a la Trata de Personas o explotación de seres humanos literalmente privados de libertad y derechos, como los hornos de ladrillo de la zona valletana de Allen, y en la mayoría de las colonias hortícolas productoras de verduras, ambos rubros en manos casi exclusivas de Bolivianos, que explotan a sus compatriotas como no lo haría otro con ellos. Lo paradójico de ambos casos es que la mayoría de los que hoy explotan a sus compatriotas, llegaron a nuestra provincia, haciendo y sufriendo lo mismo que ellos hacen hoy con otros y es aceptado como “Normal”, tanto por la colectividad del altiplano, como por autoridades de todo orden en nuestro país. 

Hoy consideramos y en nuestro trabajo lo demostramos que la Trata de Personas, es la evolución de la Esclavitud a la luz de los tiempos modernos. 

Para su mayor comprensión es preciso tener en cuenta qué: La cantidad actual de esclavos en el mundo es de aproximadamente de 12 millones a 27 millones de personas. Si bien esta cantidad es grande, es relativamente pequeña en proporción a la población mundial, y a su vez es la más pequeña proporción de esclavos en la historia de la humanidad. 

La mayoría son esclavos debido al labor de deuda, que consiste en que una persona pague con su propio trabajo sus deudas, a veces de manera indefinida, incluso a veces de manera hereditaria; este fenómeno es más común en el sur de Asia. El tráfico humano es otra forma de esclavitud en la actualidad, sucediendo principalmente para llevar a la prostitución a niños y mujeres. Se cree que esta industria podría superar al narcotráfico en los róximos años. 

Teniendo en cuenta esta situación hay que señalar que para esta “moderna esclavitud” cuyo nombre es “TRATA de PERSONAS”, y como elemento distintivo se funda más allá de la enajenación de la libertad y voluntad de la víctima al servicio y provecho de otro, en que hay al menos tres principales factores que lo permiten. 

El primero está dado por la distancia física del sometido de su lugar originario. El segundo es la carencia de documentos, ya que el apropiador se los retiene. Y el tercero: el temor a represalia con familiares o con ellos mismos, habida cuenta la connivencia con autoridades policiales o judiciales de la que habitualmente “alardean” sus explotadores para intimidarlos. 

Estos tres factores, a los que se agregan muchos más, son las modernas “cadenas” que sojuzgan e impiden recuperar la libertad y dignidad de personas de los sometidos contemporáneamente a esta aberrante práctica, absolutamente “invisibilizada”. 

Hoy, evolución mediante, tanto el nombre original de “esclavo” o “siervo” causan rechazo y sería muy difícil justificarlas o defenderlas públicamente, no ocurre lo mismo con “la Trata de personas” que se realiza en forma subterránea y clandestina y su “naturalización” puede considerársela como producto de su “Invisibilidad” y por no entroncársela con la modalidad original.  

Esta persistencia y evolución histórica de modalidades de sojuzgamiento de personas y sobre todo su “INVISIBILIDAD” a pesar de su vigencia y la información casi cotidiana que da está dada básicamente porque sus víctimas son “OTROS” es decir les ocurre a quienes son diferentes, no los consideramos incluidos en nuestro ámbito, es decir no es uno de “LOS NUESTROS” no tiene ni identidad, ni entidad... 

Está penada por la legislación internacional y de muchos países y cada vez son más los municipios y comunas que legislan para tratar de frenarla en cualquiera de sus formas, pero evidentemente cuenta con el favor de autoridades que “hacen o dejan de hacer” para que continúe en vigencia. 

La exposición al conocimiento público de esta realidad, fuera de toda duda provocará la reacción positiva para erradicarla o por lo menos hacerla mucho más difícil de continuar. 

Marisol Martínez 
Julio Ramón Alcalde

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