“Todo es ficción. Es una película”. La televisión actual parece hacerse eco y hasta escudarse en esta frase extraída del artículo de Zires Roldan. Todo vale y está justificado frente a esta lógica del nada es real, sólo se busca entretener. Denostada por algunos y amada por muchos, este medio ocupa un lugar preponderante en los hogares y en el sector de los negocios. Sus producciones crean escenarios atractivos frente a una realidad que a veces no lo es tanto sumergiéndonos en un supuesto mundo de magia e inocencia.
Roles, mitos, magia y fantasía son algunas de las palabras que utiliza la autora Zires Roldán en su análisis de los medios y su impacto en la configuración social. A lo largo del ensayo se plantea un paralelismo entre la eficacia simbólica de los Shamanes y sus ritos con la de los medios de comunicación actuales. Por un lado se realiza un abordaje de “la cocina” de los medios y su creación de simbolismos mientras que por el otro se observa la situación de los espectadores y su papel en este vínculo creado.
Si bien el artículo es interesante en si, considero que también es un disparador para comenzar a profundizar sobre las consecuencias que tienen en el público y en los constructos sociales los mensajes e instauración de roles que se representan en los medios. Nuestro bagaje nos lleva a realizar diferentes procesos de recepción y percepción pero no siempre nos percatamos de que los intereses a los que responden quienes producen contenido pertenecen a un determinado sector, que en muchos casos, tiene por objetivo mantener el statu quo relegando así grupos minoritarios con necesidades de igualdad.
El artículo es, a mi entender, una introducción al simbolismo en los medios y nos hace ser menos inocente frente a un sector que es parte fundamental en la reproducción de la lógica del sistema de libre mercado y donde todo se trata como mercancía.
Saludos,
Fiorella
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